¿Cómo elegir una tipografía al son de un mensaje?

3 tips que se convertirán en melodías para tus oídos.

El mundo de las tipografías es una aventura de muchos caminos, te pueden gustar las altas y las chaparritas, las flacas, las gordas y las chiquititas; inciertas y anchas y muy parejitas, te pueden encantar las chatas de glifos bonitos…

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Para sonar a trova ha de ser más que un solo verso pero la realidad es que tienes una infinidad de opciones para enviar tu mensaje, la pregunta aquí es; ¿Cómo sabes si el mensaje llegará con el ritmo que quieres?

La tipografía adecuada será aquella que puedas saborear en un momento y un lugar específico, como una buena canción que tarareas al son de un recuerdo, así funcionan las composiciones de letras, cuán mejor selecciones la tipografía adecuada, más fácil y rápida será de recordar para tus usuarios.

Podemos comenzar con miles de analogías pero nuestras favoritas son las canciones y el arte de crear melodías a través de momentos, así que puedes comenzar por pensar;

¿Qué sería lo que querrías escuchar?, es el lugar en donde va a estar tu mensaje.

¿Qué tipo de género será? — ¿Cuál es el objetivo del texto en el diseño?

¿Cuánto tiempo durará la canción? — ¿Será para texto largo?

Y por último pero el más importante ¿Cuál es el público objetivo?, porque no solo serás tú quien analice, repita y cante, será todo un movimiento tras tu mensaje.

No todas son cortadas por la misma tijera.

Conocer cada una de las categorías de las tipografías es tan indispensable como saber si el color será RGB o CMYK, es por ello que saber su nombre es el primer paso para invitarlas a salir: Serif, Sans serif, Display, Handwritten, Script, Slab serif, cada una con un nombre y una personalidad apañada a través de generaciones que nos permiten merodear en un universo de tipos creadas en diferentes momentos de la historia y para diferentes contextos, es por esto que dar por sentado que la primera que elegiste es la adecuada, será el principio del fin.

Filtrar es la clave en la selección.

Filtra y filtra hasta que todo esté claro. Tan pronto como te des la oportunidad de ver la magnitud de tu elección, más fácil será tomar una decisión, revisa con cuidado cada parte de las letras, si es serif ¿Qué tan delgada quiero que sea la serifa?, si es sans serif ¿Qué tan redonda necesito que sea la letra G?, si es display ¿Qué tantos rasgos caligráficos le servirían a mi mensaje?, y si es script ¿Qué tan arriesgado y atrevido es mi mensaje para usar una de ellas?

¡Ah!, y no olvides la altura y contextura, no todas se alinearán a la misma X, pero como bien sabemos, las almas gemelas son difíciles de encontrar pero no imposibles.

¡Alto! Enséñame tu licencia, por favor.

Cuídate de los derechos de autor, ya sabemos que sin el permiso del padre no se pueden invitar a salir, es por ello que revisar al autor, el tipo de uso (comercial o personal) y las licencias, será una tarea para nunca olvidar, no quisieras que tu trabajo fuese usado sin tu consentimiento y que otros se llevasen el crédito. Por ello, valorar el trabajo de otros nos da transparencia y nos permite crear nuevas ideas, no te cierres a las gratuitas, si una tipografía es la indicada, que unos ceros de más no te impidan lograr el diseño ideal.

Hallar el camino correcto no es fácil y no te aseguramos que teniendo todo esto en cuenta no te vayas a equivocar, pero si de algo estamos seguros es que mientras más te des la oportunidad de tener una cita con las letras, pronto las podrás conquistar a todas.

Se dinámico, explora y piérdete en el diseño, todo es cuestión de generar un buen ritmo para que la melodía sea digerible y pueda recordarse más allá de los elementos adicionales que la acompañan y cuando por fin tengas la mezcla de música que necesitabas, la letra encajará perfectamente en toda la canción.

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Con amor, el equipo Ambiguo.

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